Ya pasó casi una semana desde el día del niño, y la verdad es que ese día me dejó de importar desde hace mucho (probablemente cuando cambié las barbies por las fiestas de XV, si sí dejé los jueguetes en secundaria ¿y qué?).
Pero precisamente hoy sentí algo de nostalgia, no por el día del niño en sí, sino porque recordé a la niña Adriana. Me acordé de todo aquello que me gustaba comer, hacer, jugar, decir, pero sobre todo recordé lo que mi yo de 8 años quería ser cuando fuera grande, y plaz! por fin me pegó, oh Dios, ya ESTOY GRANDE?????!"!
Y los sueños?, las aspiraciones? los deseos? ...los he cumplido? soy la persona que quería ser de niña?, qué pensaría mi Yo de 8 años?, sentiría deseos de imitarme o precisamente tomaría mi vida como un ejemplo de lo que no quisiera ser cuando grande?
Precisamente con esta reflexión me di cuenta de que ante cualquier duda o cuestión que tengamos que resolver en la vida, es importante remitirse a nuestro niña(o) interior, encontrarlo y visualizarlo muy bien, porque aunque es cierto que de niño las cosas son más sencillas, más bonitas, más divertidas, etc, etc, también es cierto que conforme vamos creciendo tendemos a complicarnos la vida, cosa que no debería de ser así.
Pero precisamente hoy sentí algo de nostalgia, no por el día del niño en sí, sino porque recordé a la niña Adriana. Me acordé de todo aquello que me gustaba comer, hacer, jugar, decir, pero sobre todo recordé lo que mi yo de 8 años quería ser cuando fuera grande, y plaz! por fin me pegó, oh Dios, ya ESTOY GRANDE?????!"!
Y los sueños?, las aspiraciones? los deseos? ...los he cumplido? soy la persona que quería ser de niña?, qué pensaría mi Yo de 8 años?, sentiría deseos de imitarme o precisamente tomaría mi vida como un ejemplo de lo que no quisiera ser cuando grande?
Precisamente con esta reflexión me di cuenta de que ante cualquier duda o cuestión que tengamos que resolver en la vida, es importante remitirse a nuestro niña(o) interior, encontrarlo y visualizarlo muy bien, porque aunque es cierto que de niño las cosas son más sencillas, más bonitas, más divertidas, etc, etc, también es cierto que conforme vamos creciendo tendemos a complicarnos la vida, cosa que no debería de ser así.
Finalmente, creo que durante la niñez estamos en nuestra esencia más pura, aunque no podemos negar que conforme vamos viviendo, todas las experiencias nos hacen madurar y mejorar (o empeorar) y nos llevan a ser la persona que somos ahora... peeero durante la niñez somos más nosotros en el sentido de que no estamos tan influenciados (maleados hehe) por los demás.
A mi Yo de 8 años, sé que le encantaría mi optimismo, mi sonrisa fácil y también mis albures (aunque no los entendería) pero también es cierto que reprobaría muchas otras cosas, como serían mis prejuicios, mis críticas hacia los demás, entre otras cosas...
Así que los invito a recordarse de niños, a retomar todo aquello que queríamos ser, y que por una u otra razón olvidamos ser conforme fuimos creciendo. Los invito a hacer sonreir a su "yo" de 8 años :)
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